domingo, 4 de agosto de 2013

Memorias primero y segundo Encuentro del Laboratorio

Laboratorio de Investigación Creación Coello y Combeima Territorios Sonoros del Tolima
Antecedentes
El laboratorio de Investigación Creación Coello y Combeima Territorio Sonoro del Tolima viene trabajando a lo largo de cuatro años en la aproximación del territorio sonoro en el Tolima enmarcado en tres ejes de investigación creación principales, los territorios sonoros del Tolima, la tradición oral y musical del Tolima y la memoria y pasado histórico sonoro.
Para este laboratorio y específicamente para los dos primeros encuentros encaminamos nuestras acciones en la planeación y organización y posterior salida de campo al Páramo y Nevado del Tolima como un importante lugar geográfico y de interés sonoro y territorial del Tolima en donde podríamos trabajar las tres líneas de investigación creación planteadas por el laboratorio.
Una salida de campo que implicaría una mayor participación activa por parte de los participantes y de los laboratoristas y por lo tanto de mayor consecución de recursos y gestión. Para lo cual hemos contado con un importantes trabajo previo de encuentros conformando un equipo colaborativo entre participantes particulares, estudiantes, administrativos y docentes de Artes Plásticas de la Universidad del Tolima, los participantes del laboratorio del Huila, sus coordinadores y sus participantes y nosotros. Este importante encuentro a proporcionado interesantes relaciones entre tres colectivos de artistas, el colectivo “DobleYo” coordinadores del laboratorio del Huila, el colectivo “TresVecesNO” conformado por estudiantes y artistas del Tolima y el colectivo “Sonoscopio” como coordinadores del Laboratorio del Tolima uniendo esfuerzos para lograr un gran encuentro del Tolima Grande (Huila y Tolima) haciendo una aproximación al territorio mas amplia e incluyente y conformando relaciones del sector artístico local.
Primer encuentro
Agenciamiento, paisaje sonoro y cuerpo vibrátil

8 y 9 de Junio de 2013 Universidad del Tolima, Ibagué.
El primer encuentro formal se enfoco en la preparación para la primera salida de campo, aunque se realizaron varios encuentros anteriores donde se establecieron acuerdos iniciales con los grupos participantes del laboratorio, el primer encuentro formal se centro en plantear las bases conceptúales de trabajo de campo y la organización logística, agenciamiento y gestión requeridas para lograr esta salida de campo hacia el Paramo y Nevado del Tolima.

En la Fotografía Ingrid Torres desarrollando el taller de agenciamiento y gestión. Fotografías tomadas por distintos integrantes del laboratorio del Tolima durante el encuentro (Aníbal Maldonado, Manuel mancera, Andrés Buritica, José Rubio, Leonel Vásquez, Esmeralda Ramírez, Paola Varon, Yeison Torres, Daniel Galvis y otros )

Se contó con la Participación de Ingrid Liliana Torres como tallerista experta en el agenciamiento y gestión cultural y como una manera de hacer vínculos con el colectivo “Doble Yo” coordinadores del laboratorio del Huila con quien a su vez compartiríamos la experiencia de visitar el nevado del Tolima. Su participación se centro en darnos direccionamiento técnico en gestión cultural necesarios tanto para la organización grupal y colectiva requerida para la salida como para su organización logistica y la gestion para la consecución de recursos necesarios para la salida.

Fotografías tomadas por distintos integrantes del laboratorio del Tolima durante el encuentro (Aníbal Maldonado, Manuel mancera, Andrés Buritica, José Rubio, Leonel Vásquez, Esmeralda Ramírez, Paola Varon, Yeison Torres, Daniel Galvis y otros)

Dentro de su propuesta se comenzaron a organizar diferentes grupos internos de trabajo diferenciando los distintos frentes de trabajo requeridos para la preparación de la salida de campo e incluso todos los intereses del laboratorio del Tolima teniendo en cuenta la participación de este dentro de la semana del sonido organizada por la Fonoteca Nacional y RTVC para este año que a su vez se conformara como el primer encuentro de las Artes y el Sonido en Ibagué. Se conformaron diferentes grupos de trabajo destacandose la participación del colectivo “TresVecesNO” grupo de estudiantes artistas que decidieron empoderarse y liberal el proceso y organización logística de la salida de campo, agenciando y buscando importantes recursos dentro de la Universidad, recursos que anteriormente los laboratoristas éramos los directos encargados de gestionar ante diferentes instituciones locales.

En la Fotografía Yenny realizando uno de los ejercicios grupales. Fotografías tomadas por distintos integrantes del laboratorio del Tolima durante el encuentro (Aníbal Maldonado, Manuel mancera, Andrés Buritica, José Rubio, Leonel Vásquez, Esmeralda Ramírez, Paola Varon, Yeison Torres, Daniel Galvis y otros)

Este fue un gran logro de empoderamiento y organización local por parte de los participantes, después de este taller de agenciamiento se implementaron las bases para que el grupo lograra organizarse y estableces rutas de trabajo para gestionar recursos que aportaran al Laboratorio. Dentro de los logros de gestión por parte de este grupo se encuentra la consecución de materiales, herramientas de trabajo y equipos necesarios para la salida y la consecución y apoyo de transporte.
Por otra parte la conformación de este grupo de trabajo de estudiantes, TresVecesNo, como grupo independiente, incluso del laboratorio, logro a la vez la vinculación al proyecto de la curadora Ana María Lozano, quien como docente de los estudiantes ha mostrado un gran interés por la propuesta y se encuentra asesorándolos y conformando un proyecto curatorial que recopila el trabajo realizado por el laboratorio durante cuatro años para presentar en la semana del Sonido.
Dentro del primer encuentro también se plantearon dos trabajos o talleres teórico prácticos acerca del paisaje sonoro y el cuerpo vibrátil, dos talleres alrededor de la propuesta sonora a realizar en la salida de campo planteando los diferentes problemas o temáticas sonoras y territoriales a trabajar.
El primer problema planteado gira alrededor técnico y conceptual de la captura del paisaje sonoro, ¿cuales son las dificultades que plantea este tipo de trabajo sonoro? ¿con que herramientas contamos y que herramientas son necesarias? ¿cuales son las estrategias para abordar el paisaje sonoro? ¿que implica una escucha profunda del paisaje? ¿que problemáticas en el territorio plantea este tipo de trabajo?
Para comenzar a rodear estas preguntas se planteo primero un acercamiento teórico al paisaje sonoro, a identificar las características técnicas de otros autores y referentes teóricos del paisaje sonoro, planteando un ejercicio practico en el que cada uno de los participantes debían hacer una captura donde encontraran diferentes tipos de sonidos, sonidos huellas, sonidos marcas, sonidos territoriales, sonidos llamados para luego lograr un paisaje sonoro. Cada uno de los participantes debía plantearse una estrategia y un posible territorio para hacer su captura y luego lograr un acercamiento a un paisaje sonoro.


Elaborando Micrófonos de contacto Hidrófonos y Micrófonos binaurales, Fotografías tomadas por distintos integrantes del laboratorio del Tolima durante el encuentro (Aníbal Maldonado, Manuel mancera, Andrés Buritica, José Rubio, Leonel Vásquez, Esmeralda Ramírez, Paola Varon, Yeison Torres, Daniel Galvis y otros )

Otra parte importante del taller fue la capacitación técnica de las herramientas y equipos que usaríamos para la salida no solo entendiendo su funcionamiento sino también su estructura y materialidad, un ejemplo de ello, fue la realización
de diferentes tipos de micrófonos de captura del paisaje sonoro, lo cual durante el laboratorio se realizaron dos tipos de micrófonos a partir de piesos eléctricos: micrófonos binaurales y micrófonos hidrófonos.
Por ultimo se realizo un taller enfocado a la vibración del cuerpo y la voz para la experimentación y posible intervención en el paisaje sonoro en donde se inicio la conformación de un grupo vocal o un coro vocal sonoro que poco a poco ha venido tomando forma produciendo diferentes experimentaciones sonoras con el cuerpo, la escucha, la vibración del sonido en el cuerpo, el aire, la respiración. Este tipo de trabajo ha venido abriendo poco a poco un punto que como artistas plásticos sonoros nos a sido difícil abordar en la practica, permitirnos un acercamiento musical a lo sonoro con todo lo que esto significa en este territorio del Tolima, como capital musical, como academia musical, abriendo varias dificultades y problemáticas, abriendo y conectando lo sonoro y la tradición musical y oral.

Segundo Encuentro
Salida al Páramo y Nevado del Tolima
19 al 23 de Julio de 2013

Como escribía antes esta salida se realizo en conjunto con el Laboratorio del Huila y contó con la participación de tres invitados: Ana María Lozano curadora, investigadora y docente, Jose Ricardo Delgado, artista sonoro y Antonio Diez, artista y docente interesado en la relación arte y naturaleza y un guia profesional German Andres Rivera
La organización logística y producción de la salida requirió de varios encuentros y aportes de todos los interesados, se realizo un documento que se fue modificando y consolidando grupalmente semana a semana en donde se contemplaban todas las necesidades básicas de supervivencia y seguridad de la salida como las necesidades de trabajo (adjunto el archivo “la Roca de la Laguna”).

En la Foto parte del grupo conformado por los dos laboratorios que realizaron la salida , Fotografía Disparo automático Manara Canon 5D Mark III

Para la salida nos distribuimos en tres grupos de trabajo quienes internamente se organizaron logísticamente y para la creación, la investigación y la creación, de cierta manera cada uno de los grupos quedaron con una especie de especialización o línea de investigación y creación en la montaña, el primer grupo coordinado por Esmeralda del laboratorio del Tolima e Ingrit Torres y Laura Weisner por parte del Laboratorio del Huila acompañados de 10 participantes y Ana Maria Lozano como invitada, un grupo que se especializo en el trabajo de campo en ejercicios de voz y el cuerpo vibrátil proponiendo actividades y creaciones colectitas con la voz, principalmente en las noches. El segundo grupo Coordinado por Leonel Vásquez de parte del Tolima y Violeta Ospina de parte del Huila y acompañados por Juan Ricardo Delgado, se concentraron en los registros sonoros del paisaje junto con otros 10 participantes y un tercer grupo coordinado por Anibal Maldonado en el Tolima y por Fredy Alejandro Español del Huila y acompañado por Antonio Diez y diez participantes mas quienes se concentraron en la imagen y el pensamiento escultórico en el paisaje.
En total 32 personas nos aventuramos a entrar en las ásperas y difíciles tierras del páramo y el Nevado del Tolima, un grupo numeroso de personas nunca antes visto esforzándose en conocer, experimentar e interpretar este agreste territorio sonoro. el recorrido fue realizado en cinco días partiendo el día viernes 19 de Julio y regresando el día martes 23 de Julio del municipio de Juntas. Durante el recorrido realizamos cuatro estaciones y campamentos realizando el asenso en 3
días con caminatas hasta de 8 o 9 horas y dos días de bajada con una caminata de 8 horas.
En un principio las condiciones fisicas y del terreno dificultaron enormemente el trabajo de registro y recolección sonoro y visual, pues la caminata de asenso nos puso a prueba durante todo el recorrido, son varias las condiciones que se deben tener en cuenta para el trabajo de capturas de audio.
El primer asenso a unos 2600 metros, estaba calculado para realizarlo en 4 horas aproximadamente, sin embargo nos tomo mas de 6 horas. En este tramo se nos presento la oportunidad de realizar capturas de un bosque alto andino, con sus diferentes ecosistemas de aves y fuentes de agua, sin embargo las capturas o tomas de video e incluso fotográficas implicaban una tremenda dificultad, antes que nada bebíamos aprende a caminar, a respirar, a subir la montaña, a adaptarnos al terreno, a cargar el equipo de campaña y de trabajo, a leer el camino de la montaña, a pisar firme, a tomar un ritmo de asenso, pareciera que el estar allí era lo mas importante, mirando el camino, mirando bien en donde pisar, comenzar a sentir la fragilidad y fortaleza del cuerpo, a percibir la fuerza de la naturaleza, a enfrentarse con las dificultades físicas y mentales para adaptarse a la montaña, aprender a energizar el cuerpo constantemente, a hidratarse y recuperar energía.


En la Foto Ana MAria Lozano haciendo un ejercicio de escucha atenta previo a capturas fonograficas , Fotografía de Esmeralda Ramirez

Prácticamente en el primer día de caminata el trabajo plástico fue mínimo en relación a capturas o tomas o trabajos artísticos y en realidad solo existieron algunos intentos individuales aunque logramos por la noche realizar una reunión grupal para realizar algunos cantos y experimentos sonoros vocales y organizar los planes de trabajo individuales y grupales del día siguiente.
En la mañana siguiente existieron varios de los participantes, invitados e incluso nosotros mismos como coordinadores que aprovechamos el silencio de quienes dormían en la madrugada para realizar algunas tomas de los pájaros e insectos que se escuchaban, además de tener el placer de saludar y ver por primera vez durante el recorrido la punta del glacial del nevado del Tolima, con el movimiento del viento y la neblina despejándose lentamente a medida que amanecía. Antes de desmontar carpas y seguir con la caminata creo que todos los participantes nos preocupamos de realizar alguna experiencia de captura de paisaje sonoro, videos de brumas o del amanecer, fotografías de plantas, de la espesura del bosque y algunas fuentes de agua.
Si bien el cuerpo se encontraba en medio de una dificultad y fragilidad, incluso dos de los participantes decidieron regresar a Ibague al ver que sus condiciones y preparación física no eran las adecuadas para el ejercicio y el terreno y algunos otros incluyendo dos de las coordinadoras del Huila pensaron en la opción de bajar al municipio de junta y permitir que otros avanzaran, Sin embargo se plantearon diferentes soluciones aligerando el equipaje y apoyando a los que requerían ayuda para continuar. A pesar de estas condiciones, existían otras motivaciones e intereses incluso mas fuertes que nos animaban emprender el camino cada vez mas entusiasmados por los nuevos encuentros en el paisaje por escuchar y ver.
En el segundo acenso pasamos del bosque alto andino lleno de sonidos de pájaros, chorros de agua e insectos, a el bosque de niebla, en donde aunque son menos los sonidos de aves, nos siguen acompañando el sonido del agua y el viento. Este segundo asenso en realidad fue mas duro que el anterior, ascendimos a hasta los 3600 metros llegando ya a zona de páramo. Aunque las condiciones y dificultades del terreno eran mas agrestes, el asombro y la sorpresa por el paisaje y el territorio nos energizaban y nos motivaba a trabajar y buscar diferentes capturas de los lugares recorridos.
la escucha atenta y el mirar poco a poco se hacían mas conscientes y aunque apaciguaban la marcha la llenaban de sentido y de intenciones o propósitos de trabajo. La marcha que estaba programada para unas seis horas aproximadamente fácilmente se convirtieron en ocho, pero ya no producto de la dificultad física únicamente sino también por la necesidad de captar y vivenciar el lugar, de sensibilizarse con el territorio y tomarse el tiempo para percibir. Puede ser muy sencilla pero tengo en la mente una fotografía en la que varios de los participantes abrazan un frailego y meten su cabeza entre las hojas para sentir la suavidad y calor de su pelaje.

En lafotografia habitantes de una casa que nos encontramos en el camino y participantes de ambos laboratorios tomando un descanso creativo se aprovecho para dibujar y hacer registros en video fotografía y audios , Fotografía Leonel Vásquez

En la segunda noche continuamos con ejercicios vocales y corporales, improvisaciones vocales que se mezclaban con el sonido silencioso del viento e improvisaciones musicales acompañadas por una guitarra y una percusión realizada con el pisar del pasto.

Ana Maria Fonografiando el Paisaje Fotografía aun sin identificar su autor

El tercer acenso lo realizamos en el páramo y ascendimos hasta los 4100 metros en medio de la nieblas y bosques de Frailejones, cientos, miles de frailejones, lugar húmedo y de vegetación frágil, musgo y piso pantanoso, no mas el pisar intervenía la vegetación, una sola pisada podía transformar y violentar el paisaje, un contraste bastante fuerte, sentir nuestra propia dificultad de habitar este paisaje por sus condiciones climáticas, el viento, el frío, la humedad, la falta de aire y sol intenso, esas fuertes condiciones que nos recuerdan nuestro cuerpo y su debilidad contrastan con su propia inestabilidad y delicadeza, un frailego podría caer solo al pasar de nosotros, al cruzar y apoyarnos caería y se interrumpiría un proceso de años.

Leonel Vásquez con un grupo de participantes subió a la parte alta del mirador a hacer registro de los vientos del paramo, Fotografía Paola Varón

Este recorrido cuenta con varias vistas del nevado del Tolima lo que permitió durante todo el recorrido realizar varias tomas del nevado y registros de brumas, viento y viento. También se encontraron varios cañones donde el viento sopla y aunque existió gran dificultad para capturar esos sonidos la experiencia invita a seguir trabajando y madurando la idea de trabajar sobre esos cañones y su pasar del viento, varios de los participantes intentamos realizar capturas del sonido del viento, sin embargo el viento fácilmente saturaba los micrófonos. El viento era tan intenso que a pesar de tener aislantes de viento, este golpeaba produciendo ruido.


Grupo de participantes explorando con los sonidos del lugar, Fotografía Leonel Vásquez y Paola Varón

Este tercer día llegamos a nuestro ultimo campamento, a la casa conocida como Cañón en la Vereda Hoyo Frío Corregimiento El palomar Municipio de Anzoátegui, de donde a la madrugada intentaríamos llegar a las faldas de Nieve del nevado. Un lugar geográfico muy especial, en donde hay dos piscinas termales alrededor de un bosques antiguos de frailejones, rodeado por dos montañas desde donde se pueden ver por un lado los nevados de Santa Isabel, el Ruiz y del Huila y por el otro, al oriente una montaña de donde vemos de cerca el Nevado del Tolima.

En la primera imagen un integrante del laboratorio registrando en la noche lo que se ve en la
segunda foto el Coro de experimentación sonora practicando en los termales, Fotografía Leonel Vasquez

En este punto aunque muy animados y satisfechos por el trabajo conseguido y los registros realizados hasta el momento, ya nos encontrábamos cansados del esfuerzo físico y mental que implicaba llegar a este punto, al punto que una de las participantes le dio soroche y el guía en la tarde noche debió bajar a la participante al campamento anterior para que se repusiera y regresar antes de la madrugada para nosotros continuar hasta el nevado. Sin embargo esto no fue posible, el cuerpo y los planes de trabajo no permitieron que saliéramos y llegáramos a trabajar al nevado, por la tardanza solo llegaríamos a visitar la nieve. Así que decidimos quedarnos en esta estación y dedicarnos a aprovechar al máximo el lugar con todo lo que nos proporcionaba: el cañón, el bosque de frailejones, el mirador de los nevados, el pico del águila, los visitantes de la termal y la casa campesina de Cañón. Un lugar para registrar y documentar sus sonidos.
En este habiente se comenzaron a pensar posibles piezas sonoras o proyectos para realizar posteriormente entorno al territorio sonoro del Tolima, en donde cada grupo pensaría en construir un paisaje sonoro para conformar un archivo o especie de biblioteca y algunas postales sonoras que luego podríamos socializar tanto en la muestra final como en la fonoteca nacional y por ultimo con las personas del lugar que nos acompañaron, el campesino que nos presto las mulas de carga, la señora que nos recibió en la escuela de “El Salto” y la casa campesina de en Nieves. Piezas sonoras portátiles que podríamos distribuir en el territorio y que podrían ser útiles para sus habitantes para mostrar y visualizar a los visitantes y lugareños el paisaje que los rodea como parte de la memoria colectiva de la que hacemos parte.
La ultima noche fue aprovechada para hacer un ultimo ejercicio de improvisación vocal que contó con una amplia participación de laboratoristas del Tolima y del Huila, en donde nos calentamos en un pequeño cuarto mientras cantamos alrededor de una hora continua. Luego en medio de la noche nos despertó un concierto de truenos y lluvia que aprovechamos para realizar nuestro últimos registros antes de emprender el descenso en la mañana siguiente.
La experiencia dejo grandes inquietudes de cómo se va a trabajar con el basto material de registro tomado por un equipo de trabajo tan grande y como lo íbamos a catalogar a decantar y a trabajar para producir algunas piezas sonoras relevantes con una buena calidad técnica. Como se organizaría el material y como se convertiría estos registros en un material verdaderamente significativo, que proceso técnico realizaríamos, que estrategias podríamos implementar para transformar este material en algo importante para la memoria y el territorio sonoro del Tolima, como introducir esta sonoridad dentro de la cotidianidad del mundo sonoro del Tolima y el Huila. 

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